Major League Baseball (MLB) afirmó que el umpire cubano Ángel Hernández cometió espionaje al escuchar una llamada durante el verano de 2019 mientras Grandes Ligas investigaba por qué un juego de esa misma temporada se retrasó casi por 20 minutos por un problema de reglas.
Hernández fue el jefe de umpires interino para un juego en julio de 2019 entre los Red Sox de Boston y los Rays de Tampa Bay, un juego que se retrasó cuando el manager de los Rays, Kevin Cash, puso al lanzador Adam Kolarek en la primera base. Los Medias Rojas, entonces dirigidos por Alex Cora, jugaron bajo protesta, aunque después desistieron de resolver el caso.
Según las reglas de la MLB, cuando un lanzador se mueve a una posición defensiva, el equipo pierde a su bateador designado y la posición en la alineación se “bloquea”.
Investigando este hecho, los oficiales de la liga programaron dos llamadas, la primera con Hernández y la segunda con Ed Hickox, otro miembro de la cuarteta. Al finalizar su llamada, el cubano en vez de colgar siguió en la línea escuchando la conversación con Hickox.
El jefe de árbitros de las Grandes Ligas, Joe Torre, amenazó con quitarle su cargo y calificó el hecho como “una enorme ofensa”.
Desde 2017, Hernández mantiene una demanda en contra de la liga alegando que el circuito lo ha discriminado racialmente al no ascenderlo para para juzgar la Serie Mundial.
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