El conjunto llegó a la LMB en 1955 y se llevó el título ese año, el primero de 12 que tiene; además, en su historia presumen tres ciudades distintas en las que ha tenido su casa.
El Recinto de los Inmortales ha cumplido su primer año de vida, un lugar dedicado no solo a exaltar a los mejores peloteros de la historia sino a acercar el beisbol a niños y jóvenes.