Los Seattle Mariners decidieron en diciembre del 2021 firmar una extensión de contrato con el mexicano Andrés Muñoz quien solamente había lanzado un juego con ellos, y se acaba de confirmar que el equipo sabía que tenía a un lanzador que iba a marcar la diferencia... y empezando la Temporada 2022, el tricolor ya implantó dos récords.
Muñoz se ha convertido en el pitcher con los dos lanzamientos más rápidos en la historia del equipo (desde que se utiliza el sistema Statcast) al tener pitcheos de 102.5 y 102.8 millas por hora en el duelo del jueves 14 de abril frente a los Chicago White Sox.
¡Andrés Muñoz tiene un cañón en el brazo! Lanzó el pitcheo más rápido en la historia de los Marineros en la era del Statcast (desde el 2015) a 102.8 millas por hora. Tuvo una participación perfecta ponchando a los tres bateadores que enfrentó.#MexicanPower #YoAmoElBeis pic.twitter.com/MFq4uHI1mY
— MLB México (@MLB_Mexico) April 14, 2022
Muñoz debutó este año el 9 de abril frente a los Minnesota Twins y dos días después, volvió al centro del diamante. Este 14 de abril le volvieron a dar la bola para enfrentar a los White Sox y con solo 14 pitcheos sacó la entrada en blanco, ponchando a los tres rivales que enfrentó.
De esos 14 lanzamientos, dos se metieron al libro de los récords del equipo, ambos fueron rectas de cuatro costuras frente a Andrew Vaughn, a quien terminó ponchando.
Fastest pitches by @Mariners pitchers in Statcast era (since 2015):
— Mariners PR (@MarinersPR) April 14, 2022
102.8 mph - Andrés Muñoz (Today)
102.5 mph - Andrés Muñoz (Today)
102.2 mph - Edwin Díaz (8/8/16)
102.2 mph - Arquimedes Caminero (9/16/16)
102.1 mph - Edwin Díaz (6/6/16)
Muñoz debutó en MLB en 2019 con los San Diego Padres, pero vino entonces una lesión en el codo que lo obligó a someterse a la operación Tommy John, que lo dejó fuera de acción todo 2020 y prácticamente todo el 2021, ya que volvió a lanzar hasta septiembre, pero solo fueron dos tercios de entrada. Después de eso, llegó la extensión de contrato con los Mariners que hoy lo tiene con la novena de Seattle. Séptima Entrada