Después de 24 días de espera, la cita con la historia para “El Almirante” había llegado. El 31 de mayo de 2001 los Guerreros de Oaxaca enfrentaron a los Olmecas de Tabasco, la noche mejor recordada por convertirse en la que Nelson Barrera conectó su home run 454 para romper el récord de home runs de la Liga Mexicana de Beisbol que por 17 años le perteneció a Héctor Espino.
Desde el 6 de mayo habían pasado 24 días desde que Nelson había pegado su último jonrón para empatar la marca del “Superman de Chihuahua”, el 453. Sin embargo, parecía que todas las cosas se habían acomodado para que esa fuera la noche que lo catapultara a la historia.
Barrera Romellón había decidido no jugar los últimos dos juegos de esa serie ante los Olmecas de Tabasco, sin embargo, el inicialista Rodney Lee no podía jugar después de recibir un pelotazo un día antes; entonces Nelson fue colocado como cuarto bat cumpliendo como designado.
Gaudencio Aguirre era el pitcher de los Olmecas, un lanzador veloz que rápidamente puso a Barrera contra las cuerdas con dos strikes. Y al tercer disparo, la magia sucedió.
Nelson descargó un duro batazo para el jardín izquierdo que se estrelló en la primera fila de los espectaculares del Estadio Vasconcelos cuando el reloj marcaba las 20:32 horas, el momento exacto en el que Nelson Barrera superó a Héctor Espino, el jugador con más home runs que el mismo Babe Ruth, como el nuevo líder de cuadrangulares en la LMB. Séptima Entrada