Luz Alicia Gordoa se convirtió en la primera mujer umpire en dar sentencia de un juego en la Liga Mexicana de Beisbol (LMB), sin embargo, no se le puede acreditar como la primera en oficiar un juego en toda la historia de la pelota en México, ya que, por lo menos en una serie, la Lic. Ana Laura Larrazolo y la C.P. Virginia Ponce fueron umpires en la extinta Liga Nacional de la Asociación Nacional de Beisbolistas (ANABE), la organización creada a partir de la huelga de beisbolistas mexicanos en 1980.
Norteños de Monterrey y Aztecas Guerreros de México disputaron su primera temporada de la Liga Nacional de la ANABE durante 1984. Ambas novenas se enfrentaron en una serie de cuatro juegos del 31 de marzo al 3 de abril de dicho año en el Parque Hundido de la UANL.
El cuerpo de umpires se presentó con Larrazolo y Ponce en el terreno de juego, las dos profesionistas que se convirtieron en las primeras mujeres de las que se tiene registro que hayan sentenciado un juego de un circuito profesional mexicano.
Luis Meré, entonces mánager-jugador de los Aztecas, declaró que la Liga Nacional tenía el suficiente cuerpo arbitral para cubrir los juegos, sin embargo, Jorge “Coco” Ancer, dueño de los Norteños, pidió permiso para que ambas llevaran el juego a buen puerto.
La decisión de tener umpires mujeres causó controversia. Mientras Arturo Narváez, mánager de los Norteños, calificó la actuación de las jueces, Luis Meré afirmó que el criterio con el que juzgaron era más honrado porque “marcaron lo justo y de buena fe”.
Aunque Aztecas, Norteños y el resto de la Liga Nacional de la ANABE desapareció, el Parque Hundido de la UANL siempre conservará la memoria de las primeras mujeres umpires en un circuito mexicano. Séptima Entrada