”El cine no es un arte que filma vida, el cine está entre el arte y la vida.
Jean-Luc Godard
No es la primera vez, ni creo que sea la última ocasión que haga referencia al llamado séptimo arte en uno de mis artículos. Innegable es el vínculo y la estrecha relación que existe entre el cine y el béisbol.
Ya en colaboraciones anteriores, El béisbol y el cine y El cine mexicano y la Liga Mexicana de Béisbol había tratado de dejar en claro la unión y complicidad que guardan ambas actividades. Al menos en lo que a mí respecta, se trata de una afortunada sociedad que entretiene y divierte la mayor de las veces.
Es por ello querido lector, que he decidido en esta ocasión aprovechando el hecho y circunstancia de que los 30 equipos de la MLB están poniéndose a punto en los campos de entrenamiento de Florida y Arizona, hacer una pequeña pausa en torno a los datos y actuaciones de jugadores y equipos para escribir únicamente acerca del aspecto recreativo y de entretenimiento que tiene el juego de pelota. Seguramente este ejercicio en forma inconsciente lo hago contagiado por las magníficas películas que he disfrutado en las últimas semanas y por el inminente fin de la temporada de premios y reconocimientos a quienes realizaron destacados proyectos cinematográficos el año pasado.
El mundo del cine en 2023 trajo consigo dos interesantes filmes en torno al béisbol, lamentablemente ninguno de ellos ha llegado a las pantallas mexicanas y se antoja por demás complicado que así suceda, pero vale la pena buscar por otros medios electrónicos y el internet ambos trabajos.
La película The Hill (2023) protagonizada por el ya veterano y taquillero actor Dennis Quaid que nos relata la historia y vida de Rickey Hill. Un niño y adolescente cuyo carácter y determinación le permitieron a pesar de sus limitaciones físicas hacer su sueños realidad. Se trata de una película basada en hechos reales que inspira y difunde a plenitud los valores y virtudes del también llamado pasatiempo americano.
Y el cortometraje It aint over (2023) producido y supervisado de principio a fin por la nieta del irrepetible Yogi Berra. Se trata de un ejercicio de recuerdo y memoria al mayor ganador de Series Mundiales de la historia. En el se presentan diversas facetas del brillante cátcher y bateador, del destacado coach y manager y sin lugar a dudas del gurú y gran conocedor del béisbol que también fue. Un justo homenaje a la carrera de uno de los más grandes jugadores de béisbol de todos los tiempos.
Por tratarse de Yogi Berra abundaré un poco más. Su grandeza y figura permanecen en los aficionados gracias a la autenticidad, ingenio y elocuencia de sus actos. Para muestra esto que les comparto. Habituado a la cercanía y trato con celebridades y hasta jefes de estado el legendario cátcher de los Yankees fue invitado a la Casa Blanca por Barak Obama durante el primer término de su gestión presidencial. Tras la charla y el almuerzo y antes de despedir a su invitado el presidente Obama le pidió que le hiciera favor de autografiar una fotografía, en este caso la del admirado Jackie Robinson robándose el home en la Serie Mundial de 1955; una imagen en la que Berra como receptor de los Yankees también aparece tratándo de ponerlo fuera. Berra con gran naturalidad y afecto accedió a la petición del presidente y escribió esto para la posteridad: “Dear President Obama, it´s was out! Yogi Berra.”
Con anécdotas como la relatada queda de manifiesto que la realidad en un importante número de ocasiones supera y con creces a la imaginación y la ficción. Sin embargo, en terrenos estrictamente cinematográficos tampoco podemos dejar de reconocer que las películas tienen en su ADN la magia, el misterio, la creatividad, la invención, el realismo y la verosimilitud que permite emocionar y entretener a los espectadores y al mismo tiempo difundir y promover al llamado Rey de los deportes. Es por ello que esa unión, vínculo y sociedad ha sido tan exitosa a través de los tiempos. Se trata de un ejercicio que se remonta prácticamente a la génesis del cine norteamericano. Una tradición que a lo largo de décadas ha contribuido a forjar el prestigio del béisbol y también entretenido a los amantes del séptimo arte. Es por ello, que me permito compartir algunos títulos que en mis anteriores entregas no habían sido mencionados, se trata de películas a las que con algo de suerte y fortuna en el casi infinito mundo del internet y el streaming se pueden llegar a tener acceso y también disfrutar.
Para los arqueólogos del cine y aquellos que disfrutan de la magia del cine mudo, existe una comedia del año 1917 llamada Baseball Madness que actúa la célebre estrella Gloria Swanson. Tras la vigorosa presencia de Babe Ruth en el mundo del cine y Hollywood de los años veinte del siglo pasado, nuevos trabajos y aproximaciones llegaron al celuloide en la década de los años treinta. Dos pilares del cine norteamericano: Spencer Tracy y Humphrey Bogart en 1930 protagonizaron Up the River una comedia donde el béisbol está presente. Otras comedias de esa misma década son: Elmer the great de 1933 y Alibi Ike de 1935 ambas estelarizadas por Joseph Evans Brown que debo confesar vi por primera vez en mi infancia en esas matinés de cine que tenía Canal Once.
El cine y el béisbol siguieron haciendo mancuerna y el año 1949 es clara muestra de ello pues tres importantes películas fueron filmadas: It Happens every spring, la entrañable comedia que estelarizó Ray Millard, en la que una sustancia inventada en un laboratorio lograba queun lanzador fuera invencible en los diamantes, la biográfica The Stratton Story que protagonizó James Stewart y que relata la vida del lanzador Monty Stratton y el accidente de cacería que habría de marcar su vida profesional y el musical Take me out to the Ball Game que estelarizaron Gene Kelly y Frank Sinatra.
En la década de los cincuentas el béisbol también dominó las pantallas de cine en norteamérica y para muestra las producciones de 1950: Kill the Umpier con la actuación de William Bendix y The Jackie Robinson Story, la primera versión, que actúo el propio jugador y estrella de los Dodgers de Brooklyn. A las que siguieron otras dos birográficas: The Pride of Saint Louis de 1952 que relata la vida del legendario lanzador Dizzy Dean y The Winning team de 1953 estelarizada por Ronald Reagan y basada en la vida del también lanzador y miembro del Salón de la Fama del Béisbol Grover Cleveland Alexander, una década que cerró con el musical Damn Yankees de 1958 cuyo origen es la obra teatral montada años atrás en Broadway.
Otras películas ampliamente recomendables y en las que el béisbol es el hilo conductor de sus tramas son: Bang the drum slowly (1973) con un joven Robert DeNiro, The Bingo Long Traveling All Stars and Motor Kings (1976) con Billy Dee Williams, James Earl Jones y Richard Pryor sobre un equipo de ex jugadores de béisbol de las Ligas negras en la era de la segregación racial. Talent for the game (1991) sobre un buscador de talento que protagonizó Edward James Olmos, Mr. Baseball (1992) con Tom Selleck sobre una estrella de Ligas Mayores que termina ante la falta de contratos jugando en Japón, The Sandlot (1993) que cuenta las aventuras de un grupo de niños que que en el verano de 1962 practicaban el béisbol y The Scout (1994) con Albert Brooks y Brendan Fraser.
Ya en el presente siglo XXI la muy recomendada *61 (2001) dirigida y producida por Billy Crystal y que narra la temporada en que Mantle y Maris pelearon codo a codo el campeonato de cuadrangulares de la Liga Americana y en la que este último rompió la histórica marca de homeruns de Babe Ruth, The Rookie (2002) que relata la sorprendente historia del beisbolista Jim Morrison que llegó a las Grandes Ligas con 35 años de edad y que protagonizó Dennis Quaid, Mr. 3000 (2004) con los ya desaparecidos Paul Sorvino y Bernie Mac, la comedia romántica Fever Pitch (2005) con las actuaciones de Drew Barrymore y Jimmy Fallon, The Bronx is Burning (2005) sobre las turbulentas temporadas como manger de los Yankees de Billy Martin, personificado por el actor John Turturro. Million Dollar Arm (2014) que relata la historia de un par de jugadores de cricket que fueron traídos desde la India por un bscador de talento y que trataron de hacer equipo en la MLB con la actuación de John Hamm y The Phenom (2016) sobre la historia de un talentoso y joven lanzador que batalla con su control de lanzamientos y es enviado a terapia psicológica para encontrar el motivo y razón de su descontrol que cuenta con las actuaciones de Ethan Hawke y Paul Giamatti, actor que este año fue nóminado al Premio Oscar como mejor actor por su participación en la ampliamente recomendable The Holdovers. Y de quien también destaco el hecho de estar íntimamente ligado al béisbol, pues su padre el finado Angelo Bartllet Giamatti fue Comisionado de la MLB y nada menos que el encargado de expulsar del bésibol organizado a Pete Rose.
CÍRCULO DE ESPERA
La llegada del mes de marzo de inmediato me lleva a recordar el Día Internacional de la Mujer, pero sobre todo a pensar en la importante y vital presencia de las mujeres en nuestro entorno y vidas. Ellas, no obstante el hecho de que en múltiples ocasiones y circuntancias han tenido que sobreponerse a condiciones desiguales e inequitativas han sabido abrirse paso en el mundo laboral y académico, siendo muestra inequívoca de perseverancia y determinación. Es por ello, que a nadie debe sorprender el hecho de que las mujeres participen activamente en el mundo del béisbol y que lo hagan con gran éxito. Para muestra los ejemplos que traigo a colación y que constituyen mayormente un sincero reconocimiento a sus entusiastas y decididas contribuciones al Rey de los deportes.
En México este año ha brillado y destacado sin lugar a dudas la joven lanzadora de los Sultanes de Monterrey, Yanina Treviño, su capacidad y talento ha quedado de manifiesto tras haber conseguido lanzar durante la temporada regular de la Liga Mexicana de Softbol dos juegos sin hit ni carrera.
Una hazaña prácticamente de imposible realización, que nos remonta a 1938 cuando en ese verano el legendario lanzador zurdo de los Rojos de Cincinnati Johnny Vander Meer tuvo a bien lanzar en forma consecutiva dos juegos sin hit, ni carrera. Si para algunos fueran cosa fácil y sencilla los dos juegos sin hit conseguidos, vale la pena señalar que Treviño además se adjudicó la victoria en 11 de los 15 triunfos que su equipo acumuló en la presente campaña, algo que también constituye un récord de victorias en la novel liga profesional femenina.
En San Francisco, Allysa Nakken la primera mujer en participar en un juego oficial de la MLB se mantendrá por cuarta temporada consecutiva en el staff de coaches de los Gigantes. Cabe señalar que Nakken en el invierno pasado fue entrevistada por el mismo equipo para el cargo de Manager convirtiéndola en la primea mujer que aspiró formalmente a ese cargo y encomienda en la MLB, aunque finalmente su equipo se decantó por el experimentado Bob Melvin que tras una importante trayectoria en Oakland y una fallida incursión en San Diego regresará al área de la Bahía de California con un equipo que estará nuevamente en condiciones de pelear por su división.
En el pocas veces comentado mundo de los umpiers, pero tan importante y necesario para el juego. Una presencia femenina se está abriendo paso en busca de una oportunidad en la MLB. Se trata de Jen Pawol, la experimentada umpier que tiene en su haber más 1000 juegos de béisbol profesional impartiendo justicia y que hace unos días debutó como umpier de tercera base en el juego de pretemporada que sostuvieron los Astros de Houston y los Nacionales de Washington. Su fogueo en la pretemporada de este año es señal inequívoca de que durante la temporada 2024 se habrá de convertir en la primera mujer umpier en participar en un juego oficial de las Grandes Ligas.
El mundo de los micrófonos, la narración y el periodismo deportivo también ha generado un gran logro para las mujeres de cara a la temporada 2024 y es que la narradora Jenny Cavnar que ha hecho una importante carrera en medios deportivos relacionados con el béisbol primero en San Diego y posteriormente con los Rockies de Colorado y que pasó de hacer el color de los encuentros al análisis de los mismos, ha sido recientemente contratada como la narradora principal -play by play- de los juegos de los Atléticos de Oakland. Una responsabilidad y distinción que la habrá de convertir en la primera mujer en la historia de la MLB que tenga bajo sus hombros la responsabilidad de conducir y guiar las transmisiones de los juegos por televisión de esa novena que está viviendo sus últimas temporadas en California.
Viendo estos logros y presencias, me parece que muchos se pregutarán: cuándo habremos de tener una mujer jugando para un equipo profesional de la MLB. Esa inclusiva respuesta e histórico hecho, aún no tiene fecha cierta, pero al menos ya tiene una seria aspirante. Ella es, Kelsie Whitmore de 26 años de edad y que entró en los libros de récords como la primera mujer en participar activamente en una Liga Profesional de Béisbol en los Estados Unidos, en este caso, la Liga del Atlántico donde el resto de sus compañeros de equipo y contrarios son hombres. La del Atlántico es una prestigiada liga que ha servido de semillero para un importante número de beisbolistas que han brillado con luz propia en las Ligas Mayores. La destacada lanzadora y también jardinera titular de su equipo, los Staten Island FerryHawks, es hoy en día la mayor apuesta en el horizonte deportivo para romper la barrera de género que ha existido en la MLB y en los demás deportes profesionales de los estados Unidos. Acaso no sería grandioso para el mundo del béisbol que esa posibilidad llegare pronto a concretarse.
Finalmente, desearle la mejor de las suertes a Sultanes de Monterrey, Charros de Jalisco, Diablos Rojos del México, y el Águila de Veracruz, cuyas novenas ya están dirimiendo a que habrá de ser el primer equipo campeón de la Liga Mexicana de Softbol profesional femenil. Definitivamente que la llamada Serie de la Reina no pudo haber tenido mejor marco para su realización que el mes de marzo.
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