Durante mucho tiempo se ha dicho que el triple es la jugada más emocionante del béisbol. El que Cedric Mullins golpeó el lunes puede calificar como el más extraño.
Mullins conectó un rápido triple en la victoria de los Orioles de Baltimore el lunes por 4-1 sobre los Red Sox de Boston en el Oriole Park, logrando llegar hasta la antesala con un corto batazo al jardín izquierdo.
Pop-up triple because Cedric Mullins. pic.twitter.com/JW7SR5NTPT
— Baltimore Orioles ???? (@Orioles) May 11, 2021
He aquí cómo: los Red Sox le estaban jugando con formación especial a Mullins, un bateador zurdo. Luego bateó un cutter en cuenta de 2-1 de Matt Andriese a solo 161 pies, con una velocidad de salida de 70.7 mph; según Statcast, esos batazos tienen un promedio de bateo de .020. Traducción: Casi nunca son hits, y mucho menos triples.
Pero debido a la formación especial, el shortstop de Boston, Xander Bogaerts, tuvo que correr desde el otro lado de la segunda base y casi chocó con el antesalista Rafael Devers, quien iba corriendo del césped interior del cuadro. Como resultado, Bogaerts malabareó la pelota, no una vez, ni dos, sino tres veces antes de que Devers la recuperara cerca de la línea del jardín izquierdo, mirara dónde estaba Mullins e intentara hacer la jugada en tercera.
Mullins, que nunca dejó de correr, venció al receptor Christian Vázquez en la llegada a la tercera base con una barrida de cabeza.