El mal día de los Nationals comenzó cuando se enteraron que el abridor Max Scherzer amaneció con espasmos en el cuello y en la espalda. Al despertar se dio cuenta que no podría lanzar como se tenía programado, y el manager tuvo que actuar, haciendo un cambio de emergencia y dejando que Joe Ross fuera el abridor. Y el mal día para el equipo terminó con la tercera derrota consecutiva en la Serie Mundial.
Gerrit Cole subió al centro del diamante por los Astros y se encargó de que los Nats hicieran el menor daño posible, mientras la ofensiva aprovechó los pequeños descuidos de Ross, los transformó en cuatro carreras y (luego de tres anotaciones más), se encaminaron a una victoria de 7-1 que los pone a solo una victoria del título.
La fórmula de la ofensiva para anotar se presentó tres veces en la noche y se encargó de seis carreras: home runs con un compañero a bordo. Yordan Álvarez lo hizo en la segunda tanda (con Yuli Gurriel en las bases), Carlos Correa lo realizó en la cuarta (con Álvarez en las almohadillas) y George Springer cerró la jornada en el noveno rollo (Martín Maldonado se había embasado). La otra anotación llegó con un sencillo productor de Gurriel en la octava entrada.
Cole se llevó la victoria al lanzar siete entradas, en las que solo admitió una anotación, con tres hits, dos bases por bolas y nueve ponches, para ponerse con marca de 1-1. Ahora, luego de que los Astros ganaron los tres juegos en Washington, el Clásico de Otoño regresa a Houston, donde el martes se reanuda la acción.
Los Nationals llegarán al Minute Maid ya sin margen de error pero su panorama podría no ser tan catastrófico, ya que la mala noticia del domingo hace que el martes Stephen Strasburg sea el abridor y de llegar a un séptimo encuentro, Scherzer sería el pitcher abridor del miércoles. Por su parte, los Astros mandarán al centro del diamante a Justin Verlander. Séptima Entrada.
