El jardinero Mookie Betts dejó el juego de los Dodgers en la séptima entrada durante la victoria de su equipo el domingo sobre los Diamondbacks de Arizona por un dolor en el dedo medio de la mano izquierda durante un turno en la quinta entrada que terminó con un home run en la alberca de Chase Field.
El manager Dave Roberts dijo después de la victoria por 3-0 de Los Ángeles que el dedo de Betts se hinchó, pero una radiografía fue negativa y será considerado día a día.
Betts agitó la mano en señal de molestia durante su turno de la quinta entrada después de hacer un swing incómodo y pegar de foul en el primer lanzamiento. Eso no le impidió pegar el jonrón o seguir jugando en el campo durante las siguientes dos entradas.
Pero el puesto de Betts tuvo que ser ocupado por Edwin Ríos en la parte alta de la séptima entrada cuando Mookie ya no regresó a batear.
Séptima Entrada
