La noche del 12 de agosto de 1994 es una de las fechas negras en las Grandes Ligas de Béisbol (MLB), ya que, mientras Ken Griffey Jr pegó su jonrón 40 de esa campaña, oficialmente inició la huelga... un paro laboral que acabó con el beisbol esa temporada, en la que no hubo más juegos, ni playoffs, ni Serie Mundial.
A las 21:45 horas de ese jueves, se terminó el último encuentro del día cuando los Seattle Mariners vencieron 8-1 a los Oakland Athletics, y en cuanto cayó el out 27 en el Kingdome, los estadios de Grandes Ligas cerraron sus puertas para no abrirlas más ese año.
El principal factor para que se detuviera la campaña en ese momento (el contrato laboral expiraba el 31 de diciembre), es que los peloteros buscaban presionar a los dueños para concretar un nuevo contrato laboral, ya que no jugar se convertiría en una pérdida millonaria en ese momento y pensaban que así cederían a la petición de los jugadores, centrada en temas como el tope salarial, así como en la repartición de las ganancias generadas por los derechos de TV entre los mercados grandes y pequeños.
Los dueños, por su parte, optaron por no hacer ningún movimiento ya que apostaban a que los jugadores claudicarían al buscar recuperar sus ingresos económicos.
Esa se convirtió en la octava ocasión en que las Grandes Ligas entraron en un paro laboral, y fue la primera vez desde 1904 en que no hubo Serie Mundial.
Finalmente, la huelga terminó el 2 de abril de 1995, y estos son algunos de los puntos que quedaron registrados:
- La huelga duró 232 días
- En ese momento se convirtió en la huelga más larga en la historia de los deportes profesionales
- Fueron cancelados 948 juegos en total
- Fue la primera liga profesional que canceló su etapa de playoffs por una huelga
- Con estos paros laborales, las campañas de 1994 y 1995 redujeron la cantidad de juegos disputados. En 1994 fueron 113, mientras que en 1995 fueron 144
- El equipo que iba en primer lugar al momento del paro era Montreal Expos, que tenían un récord de 74-40