Los Azulejos de Toronto se encuentran en una encrucijada a medida que definen los detalles finales de la reanudación de los entrenamientos a partir del 1 de julio: por un lado está la ciudad de Toronto y por el otro Dunedin, Florida, la sede primaveral del club.
El único club canadiense de Grandes Ligas enfrenta el reto singular que presenta la frontera entre los Estados Unidos y Canadá y sus restricciones, la cual complica el deseo de la organización de realizar sus entrenamientos y temporada regular en Toronto.
El presidente del club, Mark Shapiro, viene trabajando con el gobierno federal de Canadá, la provincia de Ontario y la ciudad de Toronto para explorar dicha posibilidad. Aunque el club está decidido a encontrar formas de que sus planes funcionen de acuerdo con las reglas de las autoridades de salud pública, la diferencia entre Ontario y la Florida es relevante.
“Definitivamente, nos sentimos más a gusto viniendo a Toronto y entrenando aquí ante las condiciones y las circunstancias aquí”, dijo Shapiro, “pero si tenemos que mudarnos a la Florida, lo haremos con diligencia y atención a los detalles y haremos lo mejor que podamos para mantener a los jugadores fuera de peligro”.
Ahora mismo, los Azulejos ven tres posibilidades:
- Realizar todas sus actividades en Toronto
- Hacer lo mismo en la Florida
- Combinación de las primeras dos