El reciente fallecimiento de Fernando Valenzuela creó un eco importante en la comunidad, mismo que se cristalizó con un emotivo homenaje momentos antes de iniciar el Juego 1 de la Serie Mundial entre Los Angeles Dodgers y los New York Yankees.
Escasos minutos antes de comenzar el primer partido del Clásico de Otoño, la afición del Dodger Stadium guardó un minuto de silencio, mientras dos leyendas del equipo, Orel Hershiser y Steve Yeager, salieron a realizar el lanzamiento de la primera bola utilizando una camisola con el #34.
A pregame tribute to Fernando Valenzuela ???? pic.twitter.com/DmUiFXMaUn
— MLB (@MLB) October 25, 2024
A la par, en la explanada detrás de las gradas del jardín izquierdo, una banda de mariachis tocó a lado del retirado número 34 que, además, estaba adornado con un arreglo floral.
Alrededor del estadio, todos los objetos que hacían referencia a Fernando tenían el parche conmemorativo que los Dodgers usarán en su uniforme durante toda la serie.
A moment of silence at Dodger Stadium to honor the late Fernando Valenzuela ???????? pic.twitter.com/7AftMAUCam
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A las afueras de Dodger Stadium, exactamente en el icónico anuncio que adorna la entrada al inmueble, la afición, especialmente la mexicana, celebró la vida del “Toro de Etchohuaquila” con un altar en el que le dejaron veladoras con distintas imágenes religiosas, flores, gorras, sudaderas y globos entre una gran cantidad de objetos.
En los alrededores del estadio, la gente portó orgullosamente sus jerseys con el número 34 y el apellido Valenzuela en la espalda, algunos de ellos mexicanos que incluso vivieron la época de la Fernandomanía, mientras que otros recordaban con gran alegría aquel 29 de junio de 1990 en el que el “Toro” lanzó un juego sin hit ni carrera en el Dodger Stadium.
Dentro de los espacios designados para medios de comunicación, la consternación por la noticia se percibía a flor de piel, especialmente por Jaime Jarrín, su compañero de transmisiones durante largos años. En el palco de transmisiones donde laboraba para los Dodgers, la silla de Fernando se colocó como todos los días, pero un jersey conmemorativo lo ocupó esta vez.