El beisbol es un deporte milimétrico. Hay batazos que se pueden fildear por estar posicionado en la parte correcta del terreno, así como hay otros que se escapan por apenas un par de centímetros. Sin embargo, hay algunos que por la trayectoria, ponen en riesgo la integridad física, principalmente la de jugadores, coaches y personas que están dentro del terreno de juego. Es por ello que se inventó el casco para el beisbol.
Los primeros intentos por crear protecciones llegaron en 1905, sin embargo, no fue hasta 1908 cuando el Roger Bresnahan, receptor Salón de la Fama, fue golpeado, dando paso a la creación de una protección de piel que básicamente cubría el oído y la sien.
Los prototipos cambiaron y la protección comenzó a tomar forma gracias a los cascos utilizados en el polo. La primera liga en adoptar formalmente el casco para todos los jugadores fue la International League (circuito categoría Triple-A) para la temporada 1939. Buster Mills fue el primer jugador profesional en usar un casco, y un año más tarde, el segunda base de los White Sox de Chicago, Jackie Hayes, fue el primero en usar la protección en un juego de Grandes Ligas.
Para 1941, las organizaciones de la Liga Nacional adoptaron el casco durante la pretemporada, sin embargo, equipos como los Dodgers de Brooklyn y los Senators de Washington, hicieron uso del artefacto durante toda la temporada, mientras otros se sumaron a la iniciativa a mitades del calendario.
En 1956, el viejo circuito hizo obligatorio el uso de los cascos para todos sus equipos, sin embargo, fue hasta diciembre de 1970 cuando Major League Baseball adoptó la medida para todas las organizaciones, con la característica de que los reglamentos no son retroactivos, por lo que, los peloteros que habían iniciado su carrera antes de la fecha, tenían la opción de no usar la protección.
El último jugador en tener la alternativa de usar el casco, fue Bob Montgomery, de los Red Sox de Boston en 1979.
Los primeros cascos únicamente cubrían la parte superior del cráneo, dejando expuesta la parte lateral, la de los oídos. Con el paso del tiempo, MLB fue aumentando los requisitos mínimos de seguridad, primero pidiendo la protección en una oreja, y después en ambas. En 2018, jugadores como Mike Trout y Bryce Harper, comenzaron a usar una solapa en forma de C para cubrir la mandíbula. El complemento al casco agradó a los peloteros, mismos que adoptaron la famosa C-flap. Séptima Entrada