Los Dodgers jugaron al beisbol... y les dio muy buen resultado. La novena angelina pegó dos jonrones, tocó la bola, se robó dos bases y tuvo una noche redonda de su pitcheo y con eso vencieron 6-2 a los Tampa Bay Rays, para tomar ventaja de 2-1 en la Serie Mundial.
La ofensiva californiana respondió y el abridor Walker Buehler les dio seis entradas de trabajo, espacio en el que solo le dieron tres hits y le anotaron una carrera, recetando 10 ponches, pitcheo que resultó imposible de descifrar para los bats de las Rayas.
Los Dodgers hicieron sonar su dinamita desde la primera tanda, cuando Justin Turner se voló la barda en el primer rollo, y después armaron dos ataques de dos carreras con el que se alejaron 5-0 después de cuatro entradas.
Justin Turner gets things started in Game 3. pic.twitter.com/uHt5qzRWEj
— MLB (@MLB) October 24, 2020
¿Qué pasaba entonces con Buehler? El abridor no solo había colgado cuatro ceros sino que también había un cero en el casillero de hits, y el derecho tenía el sin hit ni carrera con solo 51 pitcheos.
Buehler's throwing heat tonight. ???? pic.twitter.com/cGbDANmaLN
— MLB (@MLB) October 24, 2020
Aunque la magia se acabó una entrada más adelante, cuando le ligaron dos dobletes al abridor, el segundo fue de Willy Adames, con el que Manuel Margot anotó el 5-1.
Aun así, la ofensiva de los californianos volvió a alejarse en la parte baja de la sexta tanda, cuando se apareció Austin Barnes en la caja de bateo para volarse la barda. En ese momento, Austin se convirtió en el segundo pelotero en la historia en tocar la bola y pegar jonrón en un juego de Serie Mundial.
Austin, Texas. pic.twitter.com/0lvJcAHey6
— Los Angeles Dodgers (@Dodgers) October 24, 2020
Después de esas seis entradas de Buehler, el relevo angelino completó el trabajo y en tres entradas solo admitieron una carrera y un hit. Los lanzadores fueron Blake Treinen, Brusdar Graterol y Kenley Jansen (a quien Randy Arozarena le pegó un jonrón en la novena entrada), quienes sacaron una entrada cada uno.
Buehler fue el pitcher ganador, mientras que Charlie Morton cargó con el descalabro, luego de que en 4.1 entradas le pegaron siete hits y le anotaron cinco veces, regalando una base y ponchando a un rival.
Con este resultado, los Dodgers toman ventaja de 2-1 en el Clásico de Otoño, y para este sábado le darán la bola al mexicano Julio Urías, quien será el pitcher abridor. Séptima Entrada