La Serie Mundial es uno de los eventos más importantes e impresionantes en el mundo del deporte profesional. Por eso, muchas personalidades, artistas e incluidas algunas personas inmersas en la política son invitados por los equipos anfitriones y la misma MLB.
De acuerdo con AP, el pasado sábado antes del Juego 4 del Clásico de Otoño en Atlanta, Donald Trump, el ex-presidente de Estados Unidos, emitió un comunicado para agradecer una aparente invitación del comisionado Rob Manfred para asistir al juego de esa noche en Truist Park.
Arrive early, Braves fans. #gapol pic.twitter.com/IJMPiokNM7
— Greg Bluestein (@bluestein) October 30, 2021
"Espero estar en la Serie Mundial en Atlanta esta noche. Gracias al comisionado de beisbol Rob Manfred y Randy Levine de New York Yankees, por la invitación. Melania y yo deseamos pasar una noche maravillosa viendo a dos grandes equipos", expresaba el comunicado.
Múltiples videos en Twitter comenzaron a circular aquella noche cuando los aficionados se percataron de la presencia de Trump en el estadio haciendo el famoso “Tomahawk Chop” en apoyo a Braves.
President Donald Trump does the Tomahawk Chop while at the World Series in Atlanta. pic.twitter.com/CNmZcLYO8x
— David Hookstead (@dhookstead) October 31, 2021
Ante la situación y los reportes que circulaban en los medios de comunicación sobre la invitación de Trump a Truist Park, Terry McGuirk, presidente de Atlanta Braves negó cualquier acercamiento por parte de la MLB o su equipo hacia Trump, y aclaró que fue el exmandatario quien pidió una invitación.
Atlanta MLB team's CEO Terry McGuirk told USA Today, "He called MLB and wanted to come to the game. We were very surprised. Of course, we said yes.'' OF COURSE
— Jessica Luther (@jessicawluther) October 31, 2021
Trump eligió Atlanta con la esperanza de obtener una recepción más amable que la recibida durante su aparición en la Serie Mundial 2019 cuando era presidente en funciones. En aquella ocasión asistió a Nationals Park para presenciar el quinto juego de la Serie Mundial 2019 entre Houston y Washington, donde fue abucheado por la mayoría de los aficionados.