Hace 15 años... El 9 de diciembre de 2006, los Yaquis de Ciudad Obregón enfrentaban a los Naranjeros de Hermosillo; el novato Joakim Soria subió a la loma sin saber que esa sería la fecha con la que pasaría a los libros de los récords al lanzar el tercer juego perfecto en la historia de la Liga Mexicana del Pacífico.
La tarea fue difícil desde el primer bateador que para ese juego fue Jerry Hairston, pelotero de Grandes Ligas durante 16 temporadas y que ese año reforzó a Naranjeros. Además, el lineup contó con jugadores de larga carrera en la pelota nacional como Carlos Alberto ‘Chispa’ Gastélum, Gerónimo Gil e Iván Terrazas.
Sin embargo, Soria fue tan dominante que, de los 27 bateadores que retiró para lograr la hazaña, sólo cuatro lograron sacarle la pelota del cuadro; nueve se fueron ponchados y los 14 restantes fueron retirados por el cuadro de los Yaquis.
Por su parte, Soria contaba de su lado con bateadores como Alfredo Amezaga, Luis Carlos García, Carlos ‘Chapis’ Valencia y Adán Muñoz.
De hecho, además de guiar a Soria detrás del plato, el catcher Adán Muñoz tuvo un papel fundamental en la victoria del equipo esa noche pues pegó un grand slam en la cuarta entrada para abrir el score. Ryan Spilborghs y Kit Pellow pegaron otro par de home runs back-to-back un inning más tarde, dejándole a Joakim el camino libre con una ventaja de 6 carreras,
En 76 lanzamientos, el joven de 22 años igualó la hegemonía de Vicente Romo (1971) y Jesús Moreno (1989), los únicos dos lanzadores que habían alcanzado la perfección en la pelota invernal antes que el ‘Látigo coahuilense’. Séptima Entrada