En el marco de la presentación del club en su temporada 2019, un momento llenó de suspenso a todos los asistentes, el oaxaqueño más destacado en la Liga Mexicana de Béisbol (LMB) anunció que iba a decir adiós a los campos de pelota. Jaime Brena Núñez había decidido que el domingo 7 de abril terminaría con su carrera después de 21 años.
El nacido en San Sebastián Etla, Oaxaca, llegó al Estadio Eduardo Vasconcelos el domingo, sabiendo que era la última ocasión en que se iba a uniformar para salir al campo a jugar.
Fue el primer jugador en salir al terreno, corrió de la caseta de los Guerreros hasta la segunda base, la pisó y caminó algunos pasos más. Estaba listo. Comenzó el juego y el segundo bateador de los Olmecas de Tabasco dio una rola hacia su posición, la tomó y tiró a la inicial.
En su primer turno al bat se ponchó, pero en la segunda entrada volvió a la caja de bateo y con hombres en las esquina pegó sencillo al jardín izquierdo productor de la tercera carrera de los bélicos. Todavía pasó a batear en la cuarta tanda, embasándose en bola ocupada, y así se llegó al momento de decir adiós.
En la alta de la quinta entrada vino el cambio a la defensiva con Jaime Brena. El primer jugador que se acercó fue el catcher Erick Rodríguez, con quien se enfundó en un gran abrazo en el infield. Así culminó sus 21 años de trayectoria como pelotero profesional en la Liga Mexicana de Béisbol; Brena bateó de 3-1 con un ponche, un imparable y una carrera producida; el C.P. Alfredo Harp Helú y familia, entregaron un reconocimiento por tu trayectoria y retiraron el número 10 que por muchos años portó el oaxaqueño en la pelota de verano.
Jaime Brena se fue con un total de mil 533 imparables, mil 502 juegos jugados y 553 carreras producidas.
La gran defensiva que mostró Brena en la pelota se ven reflejados en los cinco guantes de oro que ganó, además de que participó en cinco Juegos de Estrellas.
“Estoy muy agradecido con toda mi familia, afición, gente de oficina y sobre todo a Don Alfredo Harp Helú, por todo el gran apoyo que recibí desde el inicio de mi carrera, me voy muy contento de haber participado por 21 años con mi equipo, los Guerreros de Oaxaca”, mencionó al borde de las lágrimas el pelotero oaxaqueño.
Así se cerró esta historia que arrancó en 1998 con un joven que hoy es el mejor ejemplo de lo que es ser un Guerrero de corazón. Séptima Entrada.
