Dicen que detrás de cada gran deportista hay una gran madre, un gran padre o un gran tutor, y el caso de Stefanía Aradillas, jardinera de la Selección Mexicana de Softbol Femenil y ahora pionera de la Liga Mexicana de Softbol (LMS), no es la excepción.
“[Steffy es] un orgullo para la familia, no solamente para mí. Ver que tus hijos hacen realidad sus sueños, eso no tiene precio. La verdad es que se lo ha ganado, ha trabajado muchísimo, ha dedicado muchísimo tiempo a este deporte y creo que es la medalla a su constancia”, mencionó Carmen Alanís, madre de Steffy Aradillas, en entrevista para Séptima Entrada.
La doble medallista de Juegos Centroamericanos y del Caribe con la Selección Azteca ha contado con el apoyo de toda su familia desde que era pequeña, más aún cuando las puertas de un deporte como el béisbol se le cerraron solo por ser mujer, dando paso a lo que hoy es una exitosa carrera dentro del softbol femenil.
“Me dijeron que no podía practicar béisbol por ser mujer y ‘el béisbol es un deporte de hombres’, así lo dijeron ellos”, declaró Steffy. “De ahí decidí irme al softbol, una decisión a muy temprana edad que no recuerdo con rencor ni con resentimiento, al contrario, es algo que me ha abierto mucho las puertas, me ha dado muchas oportunidades y que no cambiaría hoy en día”.
Hasta antes del miércoles 20 de septiembre de 2023, para muchas niñas que viven en México, las oportunidades de llegar a jugar softbol más allá de lo amateur radicaban únicamente en Estados Unidos. Fue ahí donde Steffy logró consolidar su carrera, dar ese salto al deporte olímpico y ahora al deporte profesional.
“[Jugar en una Liga Mexicana de Softbol] no estaba dentro de mis sueños porque no existía esa posibilidad, ni siquiera la remota idea de que podría funcionar y hoy, que es un hecho, que ya está sucediendo, es una noticia que me emociona mucho”, añadió Steffy.
Ya con el proyecto de la LMS en marcha, tanto a Carmen como a Steffy no les queda más que incentivar a todas aquellas jugadoras y mamás de Ligas Pequeñas a dar ese acompañamiento mutuo, a perseguir sus sueños y a trabajar por ellos.
“Lo logramos, tenemos una liga profesional. Vamos a hacer que esto funcione y que esto vaya creciendo cada vez más”, finalizó Steffy.
Si bien el camino recorrido hasta romper la gran barrera no fue fácil, Steffy Aradillas y Carmen Alanís son la prueba ferviente de que no hay nada que un dúo, en este caso madre e hija, no pueda conseguir.
“Apoyar, apoyar en lo que ellas quieren y nunca decirles que no pueden. Sí se puede, claro que se puede. Se puede llegar a tener todo lo que nosotras queramos”, concluyó Carmen.