Con Benjamín Gil no hay medias tintas. Querido por muchos y odiado por otros. El mánager más ganador de la última década en el beisbol mexicano dirigirá a Mariachis en Guadalajara, una ciudad donde no es muy bien recordado por episodios del pasado en el invierno.
'El Matador', quien firmó un contrato por tres años, habló desde su casa en Dallas, Texas, de la oportunidad de hacer historia con un equipo de expansión, la rivalidad que ha tenido el público tapatío hacia él y lo primero que hará cuando pise la ciudad: comer birria.
El mánager del equipo de Guadalajara ya tiene su roster en un 95 por ciento, y aunque faltan algunas altas, le gustaría tener a muchos guindas en su roster jalisciense.
Tardó meses, pero ya eres mánager de Mariachis…
- Me motiva el reto. Es algo diferente a Tomateros, que ya tiene historia. Aquí es hacer historia desde cero, estoy comprometido a tener éxito desde el primer día y construir una cultura ganadora. Parte del detalle era asegurar que yo estuviera a largo plazo, no porque me dé miedo que me corran, no tengo, es por la continuidad, quiero ser parte de este proyecto, vamos a tener éxito y quiero ser parte por mucho tiempo.
¿Cuándo fue el primer acercamiento?
- Inició en enero, tuve conversaciones telefónicas, una antes de terminar el año. En Obregón me reuní con Rafael Tejada y Carlos Valenzuela, fue algo breve. Después de la Serie del Caribe volvimos a platicar, pero tenían otros elementos en mente como candidatos. Pero gracias a Dios se decidieron por mí.
¿Qué te convenció a ti?
- Primero hacer historia en un equipo nuevo, donde tal vez se presupone que no pueda haber éxito en un inicio. Lo más obvio es pensar que ganar el campeonato es éxito, en nuestro caso será crear algo. Quizá el campeonato no se vea hasta el año que entra, pero lo que crearemos en esta temporada es para el futuro. Segundo, la motivación que escuché en la voz de la directiva, con jóvenes dentro del beisbol con cosas innovadoras, yo les dije que no quería ser parte de otro equipo más, quería ser parte de algo diferente y es lo que escuché de ellos.
En 2015 quedas campeón con Tomateros en el estadio de Charros, en los festejos exclamas “nos la peló Guadalajara”. Una parte de los aficionados tapatíos no te la perdonan, ¿qué les dices?
- Fue un momento de euforia en nuestro vestidor con mis jugadores, no fue en contra de la ciudad, que me encanta, ni de la gente de Guadalajara, tampoco de la afición de Charros, ni de la organización. Se escucha grosera pero es una manera de decir que les ganamos, no fue faltar al respeto. Lo que sí en Charros se intentó construir una rivalidad con Tomateros hasta antes de esa final, cuando llegamos por el título con más razón se construyó esa rivalidad. Hago el comentario después de ganar el campeonato, la directiva de Charros de ahí se agarró, encontraron la rivalidad y al villano. Al siguiente año la gente me gritaba y se metían conmigo, merecido. Vuelvo a ir hasta 2017 y la gente nuevamente me insultaba, pero se pusieron más feas en la Serie del Caribe de Guadalajara, ahí sucedieron cosas que no fueron casualidad de parte de la directiva de Charros. No tengo nada en contra, ojalá que la afición de Charros se convierta en Mariachis y traerles felicidad y alegría para que un día me vean como alguien que aportó algo a su ciudad.
¿Qué será lo primero que harás?
- Me voy a echar una birria a Chololos, eso será lo primero. Después tener una reunión con la directiva y cuerpo técnico y ver las opciones de lugares para hacer la pretemporada.
¿Cómo llevar a Adrián González?
- Hay que darle confianza, aunque ya la tiene, con todo lo que ha hecho en MLB no necesita más. Ayudarlo en lo que se pueda y protegerlo, no darle carrilla física, tiene 38 años y tiene rato sin jugar. Le pido que haga caso a su cuerpo y comunicación para no exigirlo más de lo que deberíamos. Sé que viene saludable, más grande de edad pero reposado, se ha recuperado de sus lesiones. Me da esperanza de que eso le ha ayudado. Es un bateador nato, no le tomará tiempo recuperar el timing.