La confianza de los Diablos Rojos del México está puesta en que en agosto regrese la LMB, y como lo mencionó semanas atrás el presidente de la LMB, Horacio de la Vega, sería necesario que fuera con gente en las tribunas para que pueda ser redituable.
Tras dos meses de inactividad e incertidumbre, el presidente del conjunto capitalino, Miguel Ojeda, fue el encargado de dar el panorama que enfrenta el equipo y el que se ve en general para el circuito de verano.
"Ahorita lo que tenemos es incertidumbre, no hay una fecha definida para que podamos arrancar nuestra temporada pero nos estamos preparando para un posible inicio en agosto", dijo Ojeda. "Yo creo que sería jugar con público obviamente, se complicaría mucho la cosas si tratáramos de jugar con puerta cerrada, como organización no creo que fuera rentable".
Hasta el momento no ha habido actualizaciones en cuanto a tener posibles fechas para volver pero en definitiva, la situación económica sería una de las que más peso tendría.
"Creo que lo mejor sería esperar a que se pueda jugar con cierta capacidad, con cierto aforo, no tiene que ser con estadio lleno pero si con algo de gente y separarlos, tenerlos en todo el estadio divididos para que ellos también estén más seguros, entendiendo que es un tema que va para largo", continuó el directivo.
Y mientras se mantiene la espera, el equipo ha estado pendiente del estado de sus jugadores vía remota, ya que saben que no pueden descuidar esta parte, ya que de haber temporada, los peloteros deben estar listos para jugar en poco tiempo.
"Tenemos reuniones semanalmente con los muchachos a través de las redes sociales y los hemos estado monitoreando, hemos estado trabajando con ellos, midiéndoles la resistencia, la fortaleza, dándoles programas de tiro. Si nos toca jugar esta temporada nos va a costar muy poco llegar preparados para el arranque de la temporada, los muchachos están muy muy cerca, sería cuestión de días para que ellos se declaren listos y tener un resultado positivo para la organización”., sentenció Ojeda.
