Finalmente llegó el esperado día. Cinco años después de que fueron elegidos, Fernando Valenzuela, Daniel Fernández, Ricardo Sáenz y el exdirectivo Cuauhtémoc Rodríguez, caminaron hacia el estrado que se había preparado para realizar la primera ceremonia de inducción en el nuevo Salón de la Fama del Beisbol Mexicano.
El ingeniero Francisco Padilla, director de este Recinto de los Inmortales, dio la bienvenida a los invitados recalcando el momento inolvidable en el que se encontraban, cediendo la palabra al nuevo presidente del Comité Elector, Antonio de Valdés, quien rectificó su compromiso con atraer más afición al beisbol mexicano debido a su nuevo cargo.
Presidieron también dicho acto Don Alfredo Harp Helú y el Ing. Jaime Rodríguez, Gobernador del Estado de Nuevo León, quién extendió su felicitación y admiración a los nuevos inmortales:
- Fernando “El Toro” Valenzuela
El mejor pitcher mexicano de todos los tiempos en Grandes Ligas
- Daniel Fernández
Reconocido jardinero que hizo su carrera con los Diablos Rojos del México
- Ricardo Sáenz
Poderoso bateador que dejará cifras impresionantes con Acereros de Monclova
- Cuauhtémoc Rodríguez
Directivo triunfador con los Tecolotes de Nuevo Laredo y los Tigres Capitalinos, de la Angelópolis y de Quintana Roo.
Con el ingreso de estos cuatro personajes del beisbol mexicano, el Recinto de Inmortales ya llegó a 200 miembros entronizados, pero fue la primera ceremonia que se realiza desde el 2011, último año en que se había inmortalizado a peloteros.
Enseguida de la ceremonia se llevó a cabo la develación de las placas de cada personaje honrado, las cuales estarán en el Nicho de los Inmortales. Cada nuevo Inmortal encendió su placa que lo hace oficialmente Entronizado al Salón de la Fama del Béisbol Mexicano. Séptima Entrada.